Ray Loriga en su novela Rendición nos presenta una sociedad transparente en la que los secretos no sobreviven, en la que lo privado es de dominio publico, en un mundo feliz y asfixiante que ataca pasivamente a la dignidad del ser humano. Todo eso sería una cosa impensable e inconcebible en nuestra sociedad, dominada por las redes sociales y la presencia capilar de la tecnología : pero estamos seguro que esta distopia no está ocurriendo ya? Aunque no nos demos cuenta, esta es la triste realidad, a la que estamos pasivamente sometidos:
una realidad de la que es imposible escapar y de la que no queremos escapar. Hoy en día somos todos como “El”: no obstante los esfuerzos de sustraernos a una realidad que eluda cada posibilidad guardar secretamente nuestra identidad, sucumbimos ante la necesidad de nuestro ser “maquinas sociales”. Las paredes de vidrio y cristal que componen la Ciudad Transparente son una alegoría de los perfiles de nuestra redes sociales, escaparates donde deliberadamente nuestros detalles de vida cotidiana están expuestos al juicio de desconocidos.
En este sentido la frase celebre de Banksy es reveladora: “No se por qué las personan tienen tantas ganas de poner los detalles de su vida privada en publico; olvidan que la invisibilidad es un superpoder”.
Camilla Muccioli
Eleonora Pergola
Martina Neri
Sofia Bacchini
Giorgia Raffaelli 5B
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